Responder a los retos del mundo actual globalizado que, en su afán de mejorar la sociedad, margina a los pobres y crea un vacío espiritual de valores.
Formar integralmente a hombres y mujeres promotores de la dignidad del ser humano, de la solidaridad entre los pueblos y constructores de una nueva humanidad, ejerciendo un liderazgo positivo/constructivo en la comunidad.
Impartir una educación integral de calidad y excelencia con el único fin de preparar personas que se incorporen con fervor a la misión humanizadora y evangelizadora de la Iglesia, como cristianos comprometidos en la construcción de un mundo mejor y en la búsqueda de hacer del mundo una sola familia.